La imaginación de los niños es maravillosa y su capacidad para asociar ideas resulta no menos interesante. Cuando ven el brócoli en el plato, algunos niños se divierten sólo con la idea de que están comiendo pequeños y deliciosos arbolitos. Otros, sin embargo, rechazan por activa y por pasiva toda aquella verdura teñida de verde, lo que resulta un auténtico quebradero de cabeza para sus padres.
Pero de lo que no hay duda es de una cosa: su atractiva forma hace que el brócoli, para los niños, sea una de las primeras verduras fácil de reconocer y de recordar.
Para evitar el rechazo que, en ocasiones, muestran hacia la verdura (y sobre todo al color verde que las identifica) es importante que, desde un primer momento, se normalice su consumo en casa y que los niños vean su color natural desde bien pequeñitos. No se trata de camuflar las verduras, sino de cocinarlas sin que pierdan su identidad. Cuando ya exista un prejuicio del niño en este sentido, es decir, cuando la verdura no ha sido parte de su dieta y muestre un rechazo, es cuando podemos intentar disfrazarlas: podríamos combinar el brócoli con patata, en tortillas, haciendo purés, o incluso en un revuelto… De esta manera podréis hacer que coman verdura. Cuando crezcan y tomen conciencia de lo sano que resulta comerla y de su delicioso sabor, ya no hará falta enmascararlas. Te las pedirán ellos.
Desde Brocoli Pasion queremos que te cuides y que veles por la salud de los más pequeños de la casa. Recuerda que si quieres lo mejor para ellos tienes que empezar por descubrir tú mismo cuáles son los numerosos beneficios que aporta esta hortaliza, y así los peques seguirán tu ejemplo.
¡No dejes de hacerle platos con estos arbolitos tan ricos, nutritivos y divertidos!
