¡Hola apasionados por el brócoli!
Hoy os voy a dar unos consejos para conservarme cuando me compréis en el súper o en la frutería.
Como sabéis, al igual que cuando compráis otros productos frescos como frutas o verduras, la conservación es muy importante para que no pierda cualidades, si seguís unos sencillos pasos conseguiréis que el producto esté en perfectas condiciones cuando lo vayáis a cocinar.
Nosotros los brócolis no somos muy exigentes. Nos encanta dormir fresquitos, así que lo ideal es que nos metáis en la nevera si nos vais a comer dentro de poco. Debéis tener en cuenta que las verduras frescas son mucho más sanas que las congeladas, así que os recomiendo que compréis la cantidad que vayáis a necesitar evitando así meterme en el congelador.
Para disfrutar de una comida 100% rica tendríais que usarme hasta 5 días después de haberme comprado, a partir de entonces empezaré a ponerme amarillo y a perder nutrientes.
Depende de dónde me compres llegaré a tu casa envuelto en una mantita transparente o desnudito. Si vengo envuelto en un plástico transparente, déjamelo puesto hasta que vayas a cocinarme, así no me entrará oxígeno y aguantaré más tiempo. Si llego desnudito a tu casa méteme en una bolsa oscura, tipo una bolsa de basura, y ponme enseguida en la nevera, de este modo estaré fresquito y resguardado.
Espero que estos trucos para conservarme os sirvan para la próxima vez que me invitéis a vuestra casa.