De la selecta gastronomía francesa nos llega la quiche, una tartaleta a base de huevos y nata que podemos complementar con casi cualquier ingrediente. En este caso hemos elegido tomate, espinacas y queso, una mezcla de sabores que seguro les gustará a los más peques de la casa. Puedes tomarla fría o caliente, aunque el toque de queso fundido ¡siempre es un plus!
Preparamos la masa. La extendemos sobre un molde de horno y hacemos pequeños agujeros con un tenedor para evitar que se infle. La llevamos al horno a 180 ºC durante unos 5 minutos para hacerla un poco.
Sin apagar el horno, ponemos las espinacas en una sartén con aceite y salteamos durante unos 10 minutos.
Mientras, en un bol batimos los huevos y añadimos la nata más sal y pimienta al gusto.
Ponemos las espinacas junto a la mezcla de huevo y nata y añadimos el queso rallado y el tomate partido en taquitos.
Lo vertemos todo sobre el molde con la masa y llevamos al horno durante unos 30 minutos.
El tomate es una hortaliza que presume de tener variedades para todo tipo de gustos. En lo que todas coinciden es en la multitud de beneficios que posee para nuestra salud. Con muy pocas calorías y mucho porcentaje de agua, es una fruta cargada de vitaminas como la C, E, B y A y minerales como el potasio, el fósforo o el magnesio.
Ingredientes
Instrucciones
Preparamos la masa. La extendemos sobre un molde de horno y hacemos pequeños agujeros con un tenedor para evitar que se infle. La llevamos al horno a 180 ºC durante unos 5 minutos para hacerla un poco.
Sin apagar el horno, ponemos las espinacas en una sartén con aceite y salteamos durante unos 10 minutos.
Mientras, en un bol batimos los huevos y añadimos la nata más sal y pimienta al gusto.
Ponemos las espinacas junto a la mezcla de huevo y nata y añadimos el queso rallado y el tomate partido en taquitos.
Lo vertemos todo sobre el molde con la masa y llevamos al horno durante unos 30 minutos.