Fresco vs. congelado

¡Hola amigos del brócoli!

Hoy os hablaremos de la diferencias nutricionales que tienen los alimentos frescos de los congelados, cuáles son los más recomendados y porqué.

Como venimos haciendo desde hace casi 3 años, momento en el que creamos este blog, para nosotras es muy importante dar a conocer la importancia de tener una dieta variada y rica en frutas y verduras. Por ello, nuestro primer objetivo es que cuando vayas a hacer la compra, siempre haya frutas y verduras en tu carrito. Ahora bien, una vez superado este punto, te lanzamos una pregunta ¿Qué crees que es mejor los productos frescos o congelados?

Pese a que la respuesta puede ser obvia, la realidad es que los productos congelados (no precocinados) no distan tanto a nivel nutricional de los frescos. Los productos frescos, recién cogidos del campo, están en su mejor momento, pues todavía conservan el 100% de sus nutrientes esenciales tras separarse de la planta. Esta es la razón por la que recomendamos consumir las verduras cuanto más frescas, mejor. Por ejemplo, una pella de brócoli recién cogida del campo tiene un tronco más duro, los floretes están más apretados y fuertes y su color es verde muy intenso. Conforme van pasando los días, estas características van cambiando y el color de la cabeza del brócoli puede llegar a convertirse incluso en amarillo. Para que esto no ocurra, recomendamos mantener el brócoli siempre en frío y consumir en los 5 primeros días después de su compra.

Por otro lado, los alimentos congelados pueden ser grandes aliados en nuestra alimentación actual debido a su conveniencia. Sus embalajes ocupan poco espacio y nos permiten realizar la comida de manera más rápida, además nos ayudan a tener alimentos durante todo el año aun fuera de temporada. Según diversos estudios, a nivel nutricional existen diferencias mínimas entre un mismo alimento si lo consumes fresco o congelado. La nutricionista Laura Zurita Rosa, de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas de Madrid (Addinma)  afirma: “Las verduras congeladas tienen la ventaja de que ya están limpias, enteras o troceadas y listas para su cocción en agua hirviendo. Además, como transcurre tan poco tiempo entre la recolección y la congelación, estos productos conservan muy bien las cualidades nutritivas de las verduras frescas”.

Por supuesto, en todo momento estamos hablando de las verduras congeladas directamente después de su recolección, ya que si hablamos de productos precocinados y congelados, el discurso cambia radicalmente. Los productos congelados precocinados contienen mucha grasa, aditivos y sal, así como conservantes y un mayor número de calorías. Es por ello por lo que recomendamos un uso muy cuidado de estos alimentos procesados y congelados como las lasañas, salteados, etc.

Esperamos que hayamos resuelto vuestras dudas y que en vuestra  próxima compra no olvidéis el brócoli!