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Las verduras crudas

¿Por qué cocinar las verduras si podemos comérnoslas crudas? En el post de hoy os hablaremos de los beneficios de comer hortalizas sin cocinarlas, cómo introducir éste método en nuestra casa y os recomendaremos algunas verduras que están deliciosas crudas.

Tradicionalmente, nuestras madres han cocinado la mayoría de los ingredientes que nos llevábamos a la boca, prácticamente todos menos las frutas. Las frutas las consideramos un alimento que aporta gran cantidad de vitaminas, azúcares y fibra, elementos esenciales para todos los tipos de dietas, desde las de los más pequeños de la casa, hasta para las embarazadas. La creencia popular de que es más saludable no pelar las frutas se debe a que en la piel se concentran muchos nutrientes. Por ejemplo si pelamos una pera perdemos el 34% de la fibra que tiene.

Lo mismo ocurre con las verduras. Ellas son una fuente muy potente de vitaminas y minerales pero, al cocinarlas, van perdiendo nutrientes. Esto no quiere decir que cuando cocinamos las verduras no nos aportan beneficios nutricionales, sino que nos aportan menos. A mayor tiempo de cocción, más cantidad de propiedades que desperdiciamos (por eso siempre os recomendamos cocinar el brócoli únicamente de 3 a 4 minutos).

Para aprovechar todos los bienes que nos aportan las verduras, os daremos unos trucos para introducirlas en nuestro día a día. Hay verduras que normalmente comemos crudas, tales como la lechuga, el pepino, el rábano, la escarola o los tomates. Con ellos solemos hacer una rica ensalada. Aprovechemos pues este momento para añadir otras verduras crudas como:

  • Los champiñones, una vez lavados son sorprendentemente sabrosos, y a una ensalada le dan un toque crujiente y delicioso.
  • El pimiento, ya sea amarillo, rojo o verde, nos aportará colorido a la ensalada y conseguiremos absorber gran cantidad de vitamina C.
  • El brócoli, la súper verdura con un toque amargo, nos aporta su alta dosis en vitaminas A, C, B y sus propiedades anticancerígenas.
  • Las zanahorias, a daditos o rallada tiene un sabor muy potente y nos aportan antioxidantes y betacarotenos.
  • Bimi, el nuevo brócoli, con su sabor suave y gracias a que se puede comer entero desde el tallo al florete, nos aporta zinc, ácido fólico, vitaminas y glucosinolatos.

Esto tan solo es un ejemplo de las verduras que podemos tomar crudas, os animamos a ser curiosas y hacer experimentos en casa, eso sí, recordad lavar bien las verduras.

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