Hace unos días leímos una noticia que queríamos compartir ya que nos pareció muy interesante. La American Medical Association ha hecho un estudio que demuestra que la obesidad infantil estadounidense ha descendido en estos últimos 3 años. La obesidad de los niños de 2 a 11 años ha bajado un 43%.
Esta es una noticia buenísima, pues EEUU es uno de los países que más sobrepasa los índices de obesidad y, aunque todavía queda un largo camino por recorrer, este estudio revela un cambio significativo en la sociedad americana. El director del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU dice que estos datos confirman que, al menos para los niños, podemos cambiar la tendencia y empezar a revertir la epidemia de la obesidad.
Pero… ¿cómo afecta la obesidad a nuestros niños?
Por desgracia, en nuestro país no tenemos tan buenas noticias, desde el 2011 nos situamos por delante de Estados Unidos en obesidad infantil con un 19% de niños obesos (en EEUU es 17,7%). Este es problema es muy preocupante porque estos pequeños con un sobrepeso tan elevado tienen mayores posibilidades de desarrollar problemas cardiovasculares, diabetes y otras enfermedades graves antes de llegar a convertirse en adultos.
¿Y cómo hemos podido llegar hasta aquí?
El Colegio Oficial de Médicos dice que el sedentarismo y la mala alimentación han provocado que cada vez se diagnostiquen más casos de obesidad infantil, una enfermedad que se puede convertir en la gran epidemia del siglo XXI si no le ponemos remedio a tiempo.
Los expertos lo tienen claro y nosotras estamos de acuerdo: el aumento de la actividad física y el cuidado en la alimentación son las claves para asegurar generaciones sanas.